Método Dorn

El Método Dorn, como toda terapia fundamental, establece principios claros, que se diferencian específicamente en su aplicación. Estos principios son: simpleza, suavidad, práctica manual, todas las articulaciones son tratables, autoejercicios, diagnóstico de posición, los pacientes se comportan de forma asistida o activa y están orientados hacia un objetivo.

Simpleza: este método tiene dos áreas, la del terapeuta y la del paciente/interesado. Para los profesionales del área de la medicina, el Método Dorn se propone específicamente como terapia y como diagnóstico de posición global. Luego de conocer las bases de la formación y teniendo en cuenta las contraindicaciones, los terapeutas pueden entender las inter-relaciones en el ser humano e incluirlas al tratamiento. Los interesados/pacientes pueden usar y aprender la terapia, y ayudarse aplicando el concepto de autoayuda. Los autoejercicios pueden ser llevados a cabo durante el tratamiento con el especialista, el cual  instruirá al paciente utilizando un lenguaje claro, enfocándose en el objetivo y sentido de los mismos. De esta manera, el paciente será capaz de ayudarse a si mismo en caso de que aparezcan malestares agudos y actuando de manera profiláctica.

Suavidad: Este método es aplicado con respeto y empatía hacia el paciente. Mientras los terapeutas tratan las apófisis espinosas de las vértebras u otros huesos, irán sintiendo las resistencias en los tejidos e irán dando suavemente la presión necesaria. Los pacientes determinarán la amplitud y velocidad del movimiento de las articulaciones y huesos a tratar, de manera que se sientan a gusto. Los pacientes podrán interrumpir el tratamiento en cualquier momento, si así lo desean. El terapeuta trabaja con  el paciente y con los tejidos. Dorn NO es un tipo de quiropraxia y ¡no utiliza violencia!

Aplicación manual: Los protagonistas son los pulgares, tanto en la exploración como en el tratamiento. Los terapeutas que tengan los pulgares comprometidos o dañados podrán usar otros dedos. Hay diferentes técnicas para las tomas, ya que cada terapeuta las aplicará según su anatomía y las exploraciones realizadas. En esta terapia no se dan medicamentos. Sí, hay algunos instrumentos que sirven de ayuda para la terapia y son utilizados por ciertos terapeutas.

Todas las articulaciones son tratables: El Método Dorn es una terapia global. Todas las articulaciones pueden ser atendidas con Dorn. Un terapeuta experimentado, a su vez estará en condiciones de establecer ciertas inter-relaciones para un determinado paciente.
Cuando sea necesario, también podrán atenderse articulaciones periféricas.  En el caso de que la articulación sea atendida con éxito, la maniobra utilizada se le indicará al paciente para que la realice como autoejercicio.

Autoejercicios: Este es el punto fuerte del Método Dorn. Durante la sesión, cada paciente recibirá la indicación de autoejercicios específicos. El objetivo del Método Dorn es que el paciente comience un proceso de toma de conciencia, para que entienda el origen del malestar, se atienda (a sí mismo) y lo pueda solucionar. Naturalmente, para poder llevar a cabo este proceso puede tratarse de un corto o incluso un largo período. En el lapso de transición entre una y otra cita con el terapeuta, podrán implementarse los autoejercicios cuando se presenten las molestias. Estos autoejercicios serán transmitidos con lenguaje claro y simple.
Los ejercicios son entendidos como profilácticos. Posturas erróneas que puedan ser el origen del malestar, serán tomadas en cuenta por el terapeuta, quién indicará opciones positivas para resolverlas.

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