Han sido usadas desde la época de los egipcios y los médicos las volvieron emplear desde el siglo XIX. Al generar succión, el masaje con ventosas actúa drenando el exceso de toxinas y líquidos; estimulando el sistema nervioso periférico y provocando la circulación de la sangre.
Ésta terapia genera beneficios en el tratamiento de patologías menores como gripe, asma, dismenorrea, celulitis, tos, entumecimiento de piernas y beneficios en el sistema nervioso. Según quienes la aplican y quienes se han sometido a esta terapia, varias personas han eliminado dolores de espalda, fibromialgia fascitis plantar y hasta han logrado reparación muscular en el caso de los deportistas. Su mayor beneficio radica en el mejoramiento de la calidad de vida cuando hay alguna dolencia.