Imagina un espacio donde el silencio tiene forma, donde cada respiración abre una puerta y cada paso revela un modo distinto de habitar el presente. Así comienza nuestro curso de meditación Zen, un camino pausado y sencillo que invita a los alumnos a reconectar con lo esencial.

A lo largo de las sesiones, aprenderás a sentarte en quietud, a observar el fluir de la mente sin aferrarte a nada y a descubrir cómo la serenidad surge cuando dejamos de perseguir pensamientos. Practicaremos zazen —la meditación sentada— como el corazón de la experiencia, y exploraremos también el caminar consciente, la atención plena en las acciones diarias y breves enseñanzas (dharma) que iluminarán cada práctica.

El curso no exige experiencia previa: solo el deseo de detenerse y mirar hacia dentro. Con cada encuentro, el grupo se convierte en un refugio de calma compartida, un intervalo donde el tiempo se ensancha y la mente encuentra espacio para descansar.

Al finalizar, los alumnos no solo habrán conocido las bases del Zen, sino que también habrán cultivado herramientas para llevar la presencia consciente a su vida cotidiana: a la rutina, a las relaciones, al estudio y al propio bienestar. Es un viaje sencillo, profundo y humano, que comienza con algo tan pequeño —y tan inmenso— como una respiración.